lunes, 19 de enero de 2015

GENEALOGÍA DE MALORNE Y LA ESTIRPE DE LOS GUARDIANES.

GENEALOGÍA DE MALORNE Y LA ESTIRPE DE LOS GUARDIANES.


Diario de investigación de la Magistri Quelariel de Lunargenta.

Anotaciones sobre los Ancestros allegados a la raza Kal’dorei.

Entrevista con la aprendiza de Claro de Luna Inkiladriel. Conversación sobre Malorne.

-Gracias por atenderme Druida Inkiladriel. Es mucha mi curiosidad sobre vuestros ancestros, y me gustaría saber cuánto me puedes contar de ellos, sobre todo de Malorne.

No suelo entrevistarme, pero son muchas las fuentes que afirman que no te dedicas al espionaje, si no a la investigación biográfica, supongo que no hay porque ponerte trabas, aunque racialmente no te trague.

Quizás debería empezar por una de las primeras historias que se cuentan sobre Malorne. En ella es perseguido por los cazadores Tauren, o Shu’halo, en la antigua lengua, que se dedican a cazar grandes bestias de los bosques. El cuento que recita mi pueblo es así, puede variar según quien lo cuente, pero no mucho.


En los valientes corazones de sus hijos puros la madre tierra insufló el amor por la caza. Las criaturas de la primera aurora eran salvajes y fieras. Se escondían de la Madre Tierra, encontrando la paz en las sombras y en las tierras salvajes del lugar. Los Shu’halo se dedicaron a cazar a estas bestias allá donde las encontraban y las domesticaban con la anuencia de la madre tierra.
Sin embargo, un gran espíritu logró eludirlos. Apa’ro, era un orgulloso ciervo de pelaje blanco como la nieve. Su cornamenta hería los mismísimos cielos y sus poderosas patas dejaban su impronta en las profundidades del mundo.los Shu’halo empujaron a Apa’ro hacia los extremos del mundo de la aurora, creando una trampa para atrapar al orgulloso ciervo.
Intentando escapar, el gran ciervo saltó hacia el cielo. Aun asi,cuando su huida parecía asegurada, su poderosa cornamenta quedo enredada en las estrellas. Aunque luchó y dio coces no logró zafarse d ela trampa de los cielos. Fue entonces cuando Mu’sha atrapó a su hermano, An’she, poco antes de la aurora. Mu’sha contempló como luchaba el poderoso ciervo y se enamoro de él inmediatamente.
La astuta luna hizo un trato con el gran ciervo: Lo liberaría de la trampa de las estrellas si estaba dispuesto a  amarla y a liberarla de su soledad.
Mu’sha amó a Apa’ro y concibió un hijo de él. El hijo, considerado por algunos un semidiós, nació en los oscuros bosques de la noche. Se llamó Cenarius y vagó por el estrellado camino que conduce del mundo de la vigilia al reino de los cielos.




-Es una bonita historia, pero genera algunas dudas. Sé que cuando habla de los Shu’halo se refiere a los Tauren y sin lugar a dudas, Mu’sha y An’she son la luna y el sol de nuestro mundo. Para que nos entendamos, ¿es Mu’sha Elune?

En efecto, no le llamamos la diosa de la luna porque si. Los elfos de la noche veneramos tanto a Elune, por ser nuestra diosa, como a Cenarius, por ser su hijo, y seguimos su idea de comunión con la naturaleza.

-Otra duda sobre tu cuento. Nombras a la madre tierra, que esta creo a sus hijos puros y les insufló con el don de la caza. ¿Estamos hablando de Therazane, la madre pétrea? ¿Creó esta  a los Tauren con la intención de que acabaran con los espíritus de los bosques?, ¿o es solo una manera de contar que los Shu’halo tenían mucho afán por la caza?

No sabría decir si lo que dices es cierto. Podemos hablar de la madre tierra como simple adoración de los Tauren por la naturaleza, o podemos buscar planes más macabros tras el cuento.

-De acuerdo, dejaremos eso para más tarde. ¿Qué fue de Cenarius?, dice tu cuento que viajó a los cielos, ¿con su madre?

Así es, pero volvió al mundo de la vigilia, ya que su madre vio que era más un ser del mundo de los vivos que no de los cielos.



Como Malorne se veía incapaz de criar a su hijo, se lo entregó a la dragona verde Ysera, guardiana de la naturaleza y del sueño esmeralda, y esta lo educó y entrenó en las artes del druidismo. Cenarius heredó de su padre los poderes sobre la naturaleza, y viajó por los bosques del mundo enseñando a las razas mortales a cuidar la tierra.

Los tauren llevan mucho tiempo alegando que ellos fueron los primeros en aprender el arte del druidismo del mismo Cenarius, y lo hacen basándose en un cuento de su propia gente que dice así:

A medida que la niebla de la aurora se difuminó, dando paso a la edad de la memoria, el semidiós Cenarius continuó su marcha a través de los campos del mundo. Los Shu’Halo o Tauren se mostraban muy apesadumbrados por su marcha y, finalmente, olvidaron la mayor parte de los quehaceres del druida que Cenarius les había enseñado. Cuando pasaron generaciones, terminaron por olvidar como hablar con los arboles y los seres salvajes de la tierra. Los oscuros murmullos de las profundidades de la tierra rozaron sus oídos una vez más.
Si bien los hijos de la tierra liquidaron los malignos murmullos, una terrible maldición cayó sobre las tribus nómadas. Desde las oscuras tierras del oeste llego una horda de criaturas asesinas: Los centauros. Caníbales y saqueadores, los centauros cayeron sobre los Shu’Halo como una plaga. Aunque los valientes y cazadores Tauren lucharon con la bendición de la madre tierra en sus corazones, los centauros no pudieron ser vencidos.
Los Shu’Halo fueron obligados a dejar sus hogares ancestrales y a vagar por las interminables planicies como nómadas para siempre. Se decía que algún día esperaba regresar y que las dispersas tribus de los Shu’halo volvieron a hallar un nuevo hogar en los amorosos brazos de la madre tierra.

-Entonces, los Tauren aprendieron las artes del Druidismo y después de muchas generaciones, las olvidaron. También habla de los murmullos de la tierra, ¿otra referencia a Therazane quizás?

O quizás a los dioses antiguos, es conocido que al sur del actual continente de Kalimdor se ocultaba C’thun, y sabemos, debido a los hechos acontecidos en la campaña de Rasganorte, que los susurros de los dioses antiguos, pueden abarcar mucho territorio.

Yogg’Saron fue capaz de influenciar, con la locura de sus susurros, a una expedición enana al sur del continente, en Fiordo Aquilonal.

-Si te digo la verdad, meter aquí a los dioses antiguos me parece demasiado funesto, estamos hablando, que si juntamos frases de ambos cuentos, los Tauren podrían ser creados por los dioses antiguos…

Al igual que los goblins, y nadie tiene reparo en comerciar con ellos, y aun menos la Horda. No sería con la primera raza creada por ellos con la que os aliáis. Aun así, no creo que haya nada que asemeje a la madre tierra con esos murmullos sombríos. Pero hay otro cuento que quizás te saque de dudas.

                Antes de la edad de la memoria, la suave Madre tierra lanzó su soplo sobre las doradas neblinas de la aurora. Cuando las ambarinas nubes se detuvieron, aparecieron interminables campos de fino trigo y cebada. Este era el cuenco de sus obras: La gran cesta de la vida y la esperanza.
                Los ojos de la madre tierra iluminaban las tierras en las que había insuflado la creación. Su ojo derecho, An’she, proporcionaba calor y luz a la tierra. Su ojo izquierdo, Mu’sha, proporcionaba paz y sueño a las conmovedoras criaturas de la noche. Tal era el poder de su mirada, que la madre tierra giraba un ojo soñador en cada giro del cielo. De esta manera, su amorosa mirada convirtió el día en noche para la primera alborada del mundo.
                Mientras el ojo derecho iluminaba la dorada aurora, las suaves manos de la madre tierra se extendían a lo largo de las doradas planicies. Allí por donde se extendía la sombra de sus brazos, surgía un pueblo en su rico suelo. Los Shu’halo surgieron para dar gracias y orar por su amada madre. Allí, en los interminables campos de la aurora, los hijos de la tierra juraron rendirle pleitesía y bendecir su nombre hasta el ocaso final del mundo.

Los Tauren no tienen nada que ver con los dioses antiguos, son una raza más de este mundo, y veneran a su madre. Quizás esos murmullos si fueron los oscuros pensamientos de un dios antiguo, pero los desecharon gracias al amor que le profesaban a su madre primigenia.

Y te recuerdo que te estás desviando de tu conversación inicial.

-Sí, es cierto, nos estamos desviando del tema. Me gustaría preguntarte por otra frase de tu cuento. Los centauros. Surgieron del oeste y hostigaron a los Tauren. ¿Son estos centauros los que fueron engendrados por uno de los hijos de Cenarius?

Según cuentan algunas leyendas, o retazos de estas, Los centauros no son todos hijos de Zaetar y Theradras, la hija de la ya nombrada Therazane.

Cenarius engendró a muchos hijos. Sus hijas son conocidas como las dríades, y sus hijos son los guardianes del bosque, o simplemente guardianes. Algunos de los más conocidos son Remulos, Zaetar, Ordanus, entre otros más. Los que pocos saben, es que Cenarius fue el progenitor de un centauro llamado, simplemente, “El Centauro”. Este fue el progenitor de los primeros clanes centauro como los Maraudon, los Talón de piedra, o los Krenka.

Posteriormente ya aparecerían los demás clanes engendrados por su hijo, pero originalmente estos podrían ser los que atacaron a los Tauren, hijos de Cenarius.

-Dices que Cenarius procreó y engendró a sus hijos… ¿Con quién? Hasta donde sé, por muy Ancestro que sea, hasta su padre necesito a Elune para engendrarle a él.

Aunque no fuera tan poderoso como su padre, Cenarius poseía muchos poderes. Puede que a sus primeros hijos los engendrara de forma mágica, mientras que estos después, engendraran mas, ya de forma natural. Igual que hay un antecesor de los Centauros, llamado así, “El centauro”, también se dice que había una primera dríade, llamada así, “la dríade”.

-Sabemos que tanto las dríades como los guardianes son siervos de la naturaleza, y aliados de los elfos de la noche, y de los que cuidan la tierra, ya que por ejemplo han adoptado y aceptado enseñar el druidismo a los Tauren. Así pues, ¿podríamos decir que los Centauros fueron unos hijos “bastardos” de Cenarius?

Podríamos llamarles así quizás.

Las dríades cumplen un papel de guardianas de la naturaleza. Tienen mucho poder sobre la magia, y son inmunes a ella. Viven en los bosques y son de carácter muy pacifico. Se las puede ver danzando bajo la lluvia, correteando y jugando con los animales, pero también guiando la furia del bosque en contra de sus enemigos. Sus ojos desprenden una luz que induce a la calma, nada que ver su misión original, que consiste en defender los bosques de la corrupción.



Hay muchas dríades, que durante sus exploraciones, llegaron a parajes inexplorados. Aunque la curiosidad es algo inherente en ellas, el hecho de correr aventuras mas allá de sus fronteras es algo poco común. Algunas de ellas, llegaron a parajes lejanos, y después del primer cataclismo, quedaron aisladas, como por ejemplo las dríades de Fiordo aquilonal, que pasaron a llamarse Dríades de hielo, o ninfas de escarcha, y las Dríades desatadas de Canto de Cristal.

Así mismo los guardianes se dedican a cuidar de los bosques. Tienen gran poder, pero se dedican más a guardar le sueño esmeralda y a enseñar a los nuevos druida.

-Así pues, Cenarius creó a toda una progenie que cuidaría de los bosques, y de la misma manera, enseño a los elfos de la noche el arte del druidismo, para que estos también lo hicieran. ¿Que otro papel desempeño Cenarius?

El de luchar contra la legión ardiente.

Cuando hace diez mil años, los planes de Azshara, la primera y única reina, se hicieron patentes, Shando Tempestira acudió a los bosques de Cenarius a pedirle ayuda. Este aceptó, ya que era el guardián de la naturaleza, y esa amenaza atentaba contra todo el mundo.

La historia de la guerra del los ancestros es amplio conocida. El mundo acabó explotando, y el pueblo kaldorei se refugió en uno de los cachos de tierra que había resultado de la hecatombe.
Allí había llegado también Cenarius. Él estuvo presente cuando Malfurion descubrió la traición de su hermano. Vio como vertía las aguas del pozo de la eternidad en un lago de la cima de El Monte Hyjal.  Le ayudó a capturarlo, y a encerrarlo en los túmulos que se encontraban bajo la montaña. Después de eso instruyó a los elfos de la noche en el arte del druidismo, y fue algo que cayó con gran aceptación entre los varones de nuestra raza.

-Sí, y durante diez mil años, Cenarius se dedicó a vivir en los bosques, hasta la segunda invasión de la legión ardiente. Cuéntame, mientras, que ocurrió con sus hijos más famosos. Zaetar, según tengo entendido, era su primogénito.

En efecto. Él, La dríade, y el centauro, fueron, según se cuenta, los primeros hijos de Cenarius. La dríade y el Centauro, engendraron las especies a las que dan nombre. Zaetar, por su parte, fue seducido por la Princesa Theradras, hija de la Madre Pétrea, Therazane.

Esta, atrajo a Zaetar hasta Maraudon, el hogar ancestral de los Centauros, y junto con ella, engendró a otras 5 tribus de centauros, los Magram, Kolkar, Galak, Gelkis y los Maraudin. Según cuenta la historia, el primer acto de celos fue asesinar a su padre. Temiendo la ira de Cenarius hacia sus hijos, Theradras mantuvo el espíritu de Zaetar en Maraudon, para que estuviera junto a ella.



Posteriormente, Celebras, hijo de Remulos, intentó liberarle, pero fue hechizado por la magia de Theradras, y se mantuvo durante mucho tiempo cautivo en las cavernas, mientras las dríades que habían ido con el buscaban una manera de salvarlo. Finalmente, Cavindra, ayudada de unos viajeros anónimos, consiguió que liberaran tanto a Celebras, como al espíritu de Zaetar. Todo así, el encarcelamiento de Zaetar duró más de diez mil años.

-Es una historia triste. Asesinado por sus propios hijos. ¿Qué me puedes contar de Remulos?

Hace diez mil años ayudó a su padre a enseñar a los Kaldorei la senda del druidismo. Forma parte del actual Circulo Cenarion, el conclave de druidas que cuida y vigila los bosques.



Él es el padre de personajes como Celebras, al que ya hemos nombrado, Cavindra, también nombrada ya, y muchos otros guardianes y dríades. Su labor principal durante mucho tiempo ha sido el de instruir a los aprendices de druida, y aun lo sigue haciendo, en su hogar, en Claro de Luna.

Desde que terminó la tercera guerra se ha visto inmerso en muchos conflictos, muchos relacionados con el sueño esmeralda, del cual los druidas, y el vuelo verde, son guardianes desde que se creara Nordrassil. Ha tenido que actuar para limpiar el alma corrupta del dragón verde Eranikus. Tuvo que actuar muy activamente cuando el sueño esmeralda se hizo tan inestable que la pesadilla sumió a medio mundo en un sueño que podía conducir a la muerte.

Durante esa funesta guerra, en la que gracias a Malfurion se pudo derrotar al árbol de Xavius, es una larga historia, se descubrió que el espíritu liberado de Zaetar ahora vive en el sueño esmeralda, libre de la corrupción de Theradras.

-Ahora que nombras la tercera guerra. ¿Puedes relatarme como ocurrió la muerte de Cenarius?

La muerte de Cenarius fue un triste capítulo de la guerra contra la Legión. Los que no consiguieron incontables números de demonios en la guerra de los ancestros, lo hizo un grupo de orcos que habían bebido la sangre de un demonio señor del foso, Mannoroth.

Cenarius, como es normal, se vio obligado a luchar contra los invasores orcos que estaban talando Vallefresno. Luchó contra ellos usando lo que tenia, las bestias del bosque. Trents, quimeras, etc… Pero nada sirvió para detener la furia demoniaca de Grommash.

Fue un día aciago. Eso dificulto mucho que nuestros líderes, Shando Tempestira y Lady Tyrande decidieran aliarse con los nuevos llegados.

-Pero todo pasó. Archimonde fue destruido. La legión, vencida. Y el mundo estaba relativamente a salvo. Los druidas empezaron a  despertar, y se entrenaron a nuevos druidas.

Pasaron muchas cosas, Illidan había sido liberado durante la guerra por Lady Tyrande y ahora era semi demonio, los bosues, o gran parte de llos estaban corruptos, y nuestro árbol del mundo ya no nos proveía de vida eterna.

Sin Cenarius, y con Malfurion de nuevo en el sueño, estábamos sin guía. Durante ese tiempo, Tyrande volvió a tomar las riendas de nuestro pueblo, y Fandral renovó la orden druídica.

-¿En algún momento pudisteis llegar a imaginar lo que haría Fandral tiempo después?

Era algo impensable. Sin embargo, Shando Tempestira nunca hubiese vuelto a nuestro mundo si la amenaza de Fandral y la pesadilla no se hubiesen hecho tan visibles y aterradoras. Después de aquello, por fin volvió.

-Y entonces llego el cataclismo.

En efecto. El mundo quebrándose. La tierra sufriendo. Volcanes donde antes había bosques. Cuando pasó la fase inicial del cataclismo, no tuvimos ningún respiro aun. Ragnaros, el señor elemental del fuego estaba en Monte Hyjal dispuesto a  calcinarlo todo. Por suerte una cantidad inagotable de héroes acudió en nuestra ayuda.

Durante las batallas por recuperar el Monte Hyjal nos percatamos de que las barreras entre mundos se debilitaban, y eso nos daba la ventaja de poder invocar algunos ancestros que habían quedado debilitados y no se encontraban con nosotros. 

Avianna, Goldrinn, y el mismísimo Cenarius pudieron ser traídos del mundo de los espíritus a nuestro mundo y así pudimos hacer frente a la amenaza de tierras de fuego. Incluso el mismo Malorne, el Ciervo Blanco, fue invocado por el mismo Cenarius, y este bendijo por fin los bosques de El Brote. La derrota de Ragnaros no se hizo esperar mucho después de eso.

-Creo que con esto ya tengo un registro bastante amplio para poder seguir con al investigación. Muchas gracias Druida Inkiladriel. Ha sido un placer conversar contigo.

No hay de qué.

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La Magistri Quelariel de Lunargenta prosigue con sus múltiples investigaciones, y hace saber a quien quiera que se siente siempre dispuesta a recibir nueva información. 

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