martes, 30 de septiembre de 2014

LOS HIJOS DE LOTHAR PARTE 1


Diario de Investigación la Magistri Quelariel de Lunargenta.

Saludos lectores.

En mi afán por biografiar a todos los héroes y villanos de Azeroth, me veo en la obligación de relatar las vidas, victorias y derrotas, de los más grandes héroes que ha conocido la alianza hasta la fecha. Quizás no fueran los mas fuertes, y es posible que muchos héroes y aventureros actuales muestren mejores aptitudes que ellos, pero sin duda son el más vivo recuerdo de la grandeza de la alianza incluso contra la más grande de las adversidades. Me estoy refiriendo sin duda al grupo “los hijos de Lothar”.
                          
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Anduin Lothar


Monumento a Lothar en Estepas ardientes.


Ante todo me gustaría explicar a mis lectores quien es el tal Anduin Lothar, el León de Azeroth.

Sir Anduin Lothar es el último descendiente del linaje real de los Arathi. Se crió en la corte del rey Adamant III Wrynn, junto con el hijo de este, el príncipe Llane Wrynn, y Medivh, el hijo de Nielas Aran, el mago real de la corte.

A la edad de 12 años ingreso en la Orden de caballería de Azeroth, conocida como la gran hermandad de los caballos, y a partir de ahí llegaría a convertirse en uno de los principales de la corte, comandante en jefe de la Hermandad, y protector del reino. Sin Anduin Lothar no tomaría verdadero protagonismo hasta el año 583, a la edad de 36 años, cuando tuvo que hacerse cargo de la defensa de Ventormenta, a causa del ataque de “Monstruos de piel verde”, la Horda. Tras la coronación del Principe Llane como Rey de Ventormenta, el es el encargado de dirigir a los ejércitos humanos en cientos de escaramuzas contra los orcos.

En cierto punto de la guerra un grupo de Ogros, liderados por Turok, su líder, robó un libro sagrado llamado “escrito sobre divinidad”. Lothar encabezó una escaramuza para recuperarlo, pero llegado al lugar conocido como “minas de la muerte” sufrió una emboscada y él y muchos de sus hombres fueron capturados. Fue retenido como prisionero en Minas de la Muerte durante 20 meses, durante los cuales el resto de soldados capturados eran ejecutados lenta y dolorosamente. Finalmente fue rescatado por tropas de Ventormenta y llevado de nuevo a la ciudad, donde cogería, de nuevo, el mando de la tropas del Rey para seguir luchando contra la Horda.

No paso mucho tiempo hasta que Khadgar, el aprendiz de Medivh, le comunicara que había sido su viejo amigo de la infancia el que abriera el portal oscuro y dejara pasar a la Horda a Azeroth. Después de comunicar estos hechos al rey Llane, el propio Anduin Lothar fue el que ejecutó al mago, cortándole la cabeza. Sin embargo no pudo detener el avance imparable de la Horda. El Jefe de Guerra puñonegro, el destructor, y su compendio de brujos, consiguieron hacerse con el control de Garona, la semiorca, para usarla como asesina, y atentar contra el Rey Llane. El asesinato fue llevado a cabo con exactitud, y Llane murió mientras su hijo contemplaba su asesinato.

Ante la inminente caída de la otrora poderosa Ventormenta, Anduin se propuso salvar todo lo que pudiese, entre ellos todos los hombres, civiles y provisiones que pudiera, sin olvidarnos del Príncipe Varyan Wrynn.

Una vez a salvo en Lordaeron, depsues de una larga travesia por mar, Anduin Lothar consiguió alzar a los reinos del norte en armas en contra de la Horda, y consiguiendo ayuda también de los altos elfos de Que’thalas, que habían sido atacados por trolls amani, y de los enanos de khaz modan, que habían poerdido su hogar, se puso al mando del ejército de la alianza más poderoso y mejor preparado que se había formado en años. Designó al paladín Turalyon como su segundo al mando, y a Uther el iluminado, a Daelin Valiente y a Khadgar como sus lugartenientes.

No pasaría mucho hasta que la alianza consiguiera romper el cerco orco, y penetrara en khaz Modan, con la ayuda de Muradin y Brann Barbabronce. Durante las batallas por retomar Azeroth, Anduin Lothar intentó parlamentar con el jefe de guerra de la Horda, Orgrimm Doomhammer, quien había derrocado a Puñonegro haría no mucho. Sin embargo, Anduin Lothar fue traicionado, emboscado, y en mitad de la batalla fue forzado a luchar contra el mismo jefe de guerra contra el que quería parlamentar.

Finalmente orgimm venció el duelo no sin la polémica de que había hecho trampas y había lanzado a sus hombres en contra de Sir Lothar en mitad del duelo. Así llegaría al final de su vida el más grande de los Héroes de Azeroth. Anduin finalmente fue vengado, su segundo al mando, Turalyon, vengo la muerte del supremo comandante con la misma espada que este había empuñado apenas momentos antes, Quel’Zamar. Gracias al sacrificio de Sir lothar, y de la siguiente victoria por parte de Turalyon, consiguieron llegar hasta el portal oscuro para que khadgar lo destruyera.

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Los hijos de Lothar


Monumento a Los Hijos de Lothar en Ventormenta

Son conocidos como Los hijos de Lothar, cinco héroes de Azeroth, que llevaron a cabo grandes hazañas junto al respetado general, y después de su muerte, llevando siempre su recuerdo con honor. A continuación se relata una biografía resumida, con posibilidad de ampliación, sobre los 5 héroes que formaban esa compañía.

Turalyon

Segundo al mando de Sir Anduin lothar durante la segunda guerra. Avezado general que comandó a las tropas más allá del portal oscuro. Los comienzos de este renombrado paladín tampoco se pueden desdeñar.

Fue uno de los primeros 5 paladines de la mano de plata ungidos con el poder de la luz por Alonsus Faol, junto con Uther el Iluminado, Gavinrad el terrible, Saidan Dathrohan y Tirion Vadin. Siendo el más joven de los 5 paladines es al que se le dio una responsabilidad mas grande, ya que se le puso al frente de la mitad de las tropas terrestres de la alianza, sin embargo supo salir adelante, y ganar confianza en sí mismo, apoyado por Alleria Brisaveloz y el archimago Khadgar. Seria durante este periodo cuando empezaría su relación con Alleria Brisaveloz, comandante de los forestales de Lunargenta, que culminaría con el nacimiento de su hijo medio-elfo, Arator.

No paso mucho más tiempo hasta que la alianza, siguiendo órdenes de Sir Lothar y Turalyon, ejerciera presión sobre la Horda y la obligaran a retirarse. Los orcos, en un intento de no perder territorio conquistado, engañaron a ambos comandantes atrayéndolos hasta las montañas cercanas a Pico nidal, hogar de los enanos martillo salvaje, y dividiendo su ejército, atravesaron las montañas de Alterac, despistaron al ejército aliado, y se infiltraron en los más profundo de los territorios de la alianza, dejando como objetivos claros Stratholme, mano de Tyr, y el norteño bosque de Cancioneterna, que quedaría arrasado y quemado. El avance del ejercito orco por los bosques de Lunargenta fue difícilmente detenido y se consiguió a cambio de muchas vidas y hectáreas de bosque arrasado. Durante la noche posterior a la victoria en Quel’thalas, Alleria busco consuelo en los brazos de Turalyon para todo lo que había sufrido.

El ataque sobre tierras elficas convenció a los gobernantes de Quel’thalas que debían ofrecer más ayuda a la alianza, y Turalyon partió de regresó a Lordaeron con un ejercito elfico bajo su mando. El ejército avanzó hacia Alterac y luego hacia Lordaeron, deteniendo así el avance Horda de Orgrimm y haciéndolo retirar de nuevo a las tierras de Costasur, para después empujarlo hasta Puente Thandol.

Una vez con el ejercito a las puertas de Khaz Modan, Turalyon y Sir Lothar empujaron a los orcos hacia el sur, con la intención de recuperar Forjaz, capital de los enanos Barbabronce, y tras empujarlos aun más hacia la montaña Rocanegra. Allí se decidiría el destino de su comandante y mentor, Sir Anduin Lothar, el León de Azeroth. Turalyon vengó la muerte de su amigo usando la misma espada con la que él había sido vencido, y después de derrotar a Orgrimm, al que perdonó la vida, empujó aun mas a los orcos hasta que llegaron al portal oscuro, de donde habían salido, y a donde habían vuelto.

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Pasaron algunos años cuando los orcos volvieron a mostrar movimiento en el portal oscuro. Un grupo de orcos se infiltro en Azeroth de nuevo para robar algunas reliquias, por orden de Ner’zhul. Entonces fue cuando el Rey Terenas volvió a recurrir al general Turalyon para que guiase a los ejércitos de la alianza hacia mas allá del portal oscuro, para luchar contra la amenaza orca.

Las campañas de Draenor no empezaron con buen pie, la posesión del portal oscuro cambiaba de manos cada semana, eso hacia el envío de tropas y víveres complicada, y además, los comandantes de la alianza no sabían para que se preparaba exactamente la Horda, por tanto estaban allí a  ciegas. Durante ese tiempo Turalyon pudo rehacer su relación con Alleria, que estaba muy distante desde varios años atrás, desde aquella noche después de la victoria en Lunargenta.

Entonces, gracias a Khadgar, descubrieron, no solo sus intenciones, si no cuando pretendían realizarlas, y el tiempo apremiaba, la horda pretendía abrir portales a otros mundos aprovechando una conjunción de estrellas. Fue asi como el comandante Turalyon emprendió la misión de tomar definitivamente la ciudadela de fuego Infernal. Llevando a cabo un asedio antes del alba, consiguieron adentrarse en la ciudadela, y tomarla. Sin embargo la victoria no fue la esperada, Ner’zhul, el chaman orco que había ideado todos los planes, había escapado en dirección a Templo oscuro, con las reliquias que debían recuperar si querían envitar sus planes.

Sin embargo no fueron los únicos contratiempos. Averiguaron que Alamuerte, el aspecto de la muerte, estaba en Terrallende también, y estaba en posesión de la calavera de Gul’dan, artefacto que debían recuperar si querían cerrar el portal, asi pues Turalyon, Khadgar y Alleria decidieron seguirle con parte del ejercito, mientras Danath Aterratrols y Kurdran seguían al ejercito orco, que en estos momentos iba hacia Aunchidoun.

El grupo de Turalyon llego hasta las tierras ahora conocidas como Montañas Filospada, y allí encontraron a una tribu de Ogros que estaba siendo asediada por la aparición de dragones negros. Teniendo un enemigo común, deciden aliarse, y después de una cruenta batalla contra el vuelo negro, consiguen derrotar a Alamuerte, y recuperar la calavera de Gul’dan. Ya de regreso a la ruta de Ner’zhul, Turalyon se une al ejercito de Danath para continuar con la persecución del chaman orco. Llegan hasta templo oscuro, donde el chaman está llevando a cabo los últimos rituales. Asedian el templo y el mismo Turalyon vence a uno de los generales de la Horda, el caballero de la muerte Teron Sanguino.

Por desgracia Ner’zhul consigue escapar, atraviesa uno de los portales que ha creado a otros mundos, y huye, no sin antes dejar un mundo destrozado por el uso de la magia demoniaca, que se desintegra a pasos agigantados. A duras penas consiguen llegar de nuevo hasta el portal oscuro para cerrar el portal, y que la desintegración de Draenor no afecte a Azeroth. Una vez cerrado Turalyon decide hacer pasar a su gente por uno de los muchos portales, esperando que al otro lado se salven de la destrucción del planeta.

Por suerte o por desgracia, después del colapso y destrucción del planeta, consiguen volver, parte del planeta sigue intacto, aunque en verdad no son más que cachos de tierra enormes flotando en el vacio abisal. El bastión del honor sigue en pie, y por tanto vuelven a asentarse en el, para intentar subsistir, ya que ahora están incomunicados con Azeroth. Turalyon y Alleria llevan desde entonces desaparecidos para el mundo.

Alleria

Reputada forestal de Quel’thalas, experta arquera y avezada comandante. Las hazañas de la forestal Brisaveloz no se quedan atrás respecto a las de Turalyon o cualquier otro héroe.

Siendo la Mayor de 4 hermanos, sirve con devoción a los señores de Lunargenta para defender los bosques de canción eterna. Cuando Anduin Lothar, el Lean de Azeroth, pide ayuda a los señores regentes de Quel’thalas para luchar contra los orcos, Alleria se suma de forma voluntaria, junto con sus forestales a las tropas de Anduin Lothar en Costasur, para hacer frente a los orcos. Entablo muy buenas relaciones con un joven general de la alianza, llamado Turalyon, paladín de la mano de plata.

Después de algunas victorias sobre los orcos, estos idearon una estrategia para cruzar las líneas de la alianza y avanzar hasta muy adentro en las tierras del norte. De esta manera consiguieron llegar hasta Stratholme y mas allá, cruzando el paso entre las montañas y llegando al bosques de canción eterna, donde los forestales de su hermana, Sylvannas Brisaveloz, y las tropas de la alianza que los seguían dieron buena cuenta de su presencia en aquellos bosques. Sin embargo no pudieron evitar muchas desgracias. El hermano pequeño de Alleria, Lirath, y otros 18 miembros de la familia Brisaveloz fallecieron durante aquellas batallas. Compungida y descompuesta por tal tragedia, buscó consuelo en los brazos de Turalyon, al que por aquel entonces ya consideraba más que a un general, incluso más que un amigo. Despues de ese encuentro intimo se rumorea que fue cuando Alleria concibió al hijo que ambos tienes en común, semielfo llamado Arator, conocido como el Redentor.

Desde ese día la forestal se mostró muy furibunda, desenado nada más que la muerte y a la erradicación de la raza orca. Tal empeño en masacrar a los que ella consideraba alimañas, la separo de Turalyon, pues no tenía otra cosa en mente que la venganza. Así pues, prosiguió la guerra, y al final la alianza salió victoriosa y los orcos atravesaron el portal de regreso a Draenor.

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Pasaron algunos años cuando volvió a haber movimiento en el portal oscuro. Alleria, junto a sus forestales, se unió de nuevo a la alianza para luchar contra la amenaza que suponía la Horda. Acabó cruzando el portal oscuro junto con el resto del ejército, y a cada paso su ansia de venganza crecía. Sin embargo estuvo mucho tiempo sin poder saciarla, ya que los orcos les daban pocas oportunidades. Atrincherados en la ciudadela de fuego infernal, la alianza, situada en bastión del honor, no podía, más que proteger el portal para no perder su posesión e intentar averiguar que planeaba Ner’zhul exactamente.

Durante este periodo de tiempo, que supuso perfectamente más de medio año de campaña, Alleria pudo rehacer su relación con Turalyon, y poner en orden sus sentimientos. Fue además a esa mejora en su temperamento que sirvió de inspiración a Khadgar para averiguar los planes del Chaman Ner’zhul.

Ya con un propósito claro, y el tiempo que tenían para desbaratar los planes de la Horda, se propusieron tomar la ciudadela del fuego infernal. Aprovechando el factor sorpresa las forestales de Alleria, y ella misma, se infiltraron en la fortaleza orca, que impedía que pudieran seguir a Ner’zhul, y mataron a los guardias y abrieron las puertas para poder dejar entrar al ejercito. Una vez tomada la fotaleza, Alleria acompañó a Turalyon y al archimago Khadgar en la misión de recuperar la calavera de Gul’dan, un poderoso artefacto necesario para cerrar el portal.

Su persecución de Alamuerte, el poseedor de tal reliquia, les llevo hasta las montañas filospada, donde después de entablar cierta alianza con un clan de ogros, pudieron derrotar al Aspecto corrupto y volver con la calavera a encontrarse con Danath, que conducía la otra parte del ejercito.

Las siguientes batallas consistieron en una persecución sin tregua de los secuaces de Ner’zhul. Este consiguió escapar de Aunchindoun justo cuando iba a ser apresado por las tropas de la alianza, y de nuevo se les volvió a escapar cuando consiguieron tomar el templo oscuro, y llegar hasta la cúspide, donde el chaman había llevado a cabo el ritual que tanto ansiaba. Por desgracia, aquel portal no era solo oportunidad pérdida de capturar al orco, sino también el ultimo portal que acabaría de desestabilizar por completo el planeta.

Sabiendo que no podrían huir por el portal a tiempo con todo su ejército, los héroes Khagdgar y Alleria volaron lo más rápido posible hacia el portal oscuro, por donde habían entrado a este mundo, y protegiendo al archimago de todo orco que les atacara, Alleria vio como este se cerraba, para que la explosión de Draenor no afectara a Azeroth. Como último intento de supervivencia, Alleria siguió a Turalyon a través de un portal abierto, que les condujo a un lugar seguro, hasta después de la explosión, para volver y comprobar que una parte de Draenor seguía intacta, y que el Bastión de Honor había resistido en parte la explosión.

Desde poco tiempo después, Alleria desapareció junto con Turalyon, y nada más se ha sabido de ninguno de los dos hasta la fecha.

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La biografía resumida de los hijos de Lothar continuará en la segunda parte de este relato, con las biografías de Danath Aterratrolls, Kurdran Martillo Salvaje y El Archimago Khadgar.

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