LORE DE GROMMASH GRITO INFERNAL
Diario de investigación de la Magistri Quelariel de Lunargenta.
N0o hace mucho se celebró en el continente de
Pandaria el juicio contra el criminal de guerra Garrosh Grito infernal. No pude estar en el juicio, no se me permitió la entrada, sin embargo he oído
muchas cosas, como por ejemplo, que Garrosh se parece a su padre más de lo que
muchos desearían.
Eso me ha hecho pensar. ¿Cómo era Grommash Grito Infernal?
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El siguiente texto contiene la conversación entre la Magistri Quelariel
de Lunargenta y el ya conocido Chaman Morengast, del Clan Lobo Gelido.
-Gracias por atenderme una vez más noble chaman. Esta vez me gustaría
preguntarte sobre Grommash Grito Infernal.
Vaya, ¿resulta que el juicio
de su hijo te ha abierto al curiosidad sobre su padre?
Grommash Grito Infernal es a
la vez uno de los héroes más grandes de la Horda, y también uno de los que la hundieron
en la depravación de la sangre y la locura. Se poco sobre su juventud, aunque
por lo que escuchado era muy joven
cuando bebió la sangre de Mannoroth. Según se dice su clan proviene de una isla
al norte de la costa de la selva de Tanaan, ahora conocida como península fuego
infernal.
Su clan fue uno de los más
poderosos de Draenor. Era respetado y temido por todos, Y aunque no tenía la
simpatía de la mayoría de líderes, al menos estos no osaban retarle, ni a él ni
a su clan. Estaban situados en las mejores tierras de Nagrand, y no temían
perderlas.
Aunque sus “logros” en la
Horda, en la primera Horda, ya sabes donde dan comienzo, en el trono de
Kil’Jaeden. Allí, en aquel caldero, lleno de aquel brebaje, fue donde se dictó
la sentencia a los orcos. Grommash fue el primero en beber la sangre. Quería
gloria, quería poder, y quería ser el primero en conseguirlo, así que se
adelantó al mismísimo Jefe de Guerra Puñonegro, el destructor y bebió la sangre
de los demonios.
-¿Donde llevo eso a los orcos?, muchos otros bebieron, excepto tu clan,
el lobo gélido.
Ya sabes donde acabó la Horda.
Sumimos la ciudad de la luz en la oscuridad. Nuestro líder, Durotan, no estaba
cómodo siguiendo a esos adoradores de los demonios, sin duda por aquel entonces
el ya sabía que éramos esclavos del ansia de sangre, pero siguió adelante para
no provocar la furia de la Horda Vil hacia nosotros.
Grommash luchó como una bestia
en Shatrath. Su hacha, con esa forma tan característica rugia a cada hachazo.
El aire pasaba por entre la hoja del hacha y producía un sonido que aterraba a los
draenei. Aullavisceras la llamaban, pero no era ese el sonido que daba nombre a
su clan. Grommash tenía el grito de guerra más potente de toda la Horda, toda
Shatrath retumbaba cuando el decidía gritar y sacudir las voluntades de sus
enemigos. Ni aun el paladín Nobundo, pudo hacerle frente, creo que no lo mató,
pero por poco.
Ahora, si no recuerdo mal,
Nobundo se ha convertido en Chaman, y ha acompañado a Go’el en su misión de
restaurar este mundo, y los elementos.
-Entonces la Horda arrasó Shatrath, el siguiente objetivo fue el templo
de Karabor, y supongo que el papel de Grommash fue igual o más sangriento.
Si, no se quedó atrás. Después
ya vino la época de desconcierto en que no sabíamos contra quien luchar, los
draeneis habían sido exterminados, o eso creíamos, y nos empezamos a matar unos
a otros.
Gul’dan abrió el portal y nos
condujo a Azeroth y lo hizo aprovechándose para vengarse de algunas ofensas.
Como ya sabes fuimos exiliados, fue un exilio que aceptamos, aunque casi
ninguno sabíamos porqué. Pero la venganza contra Grito Infernal su clan fue más dura si cabe. Los relegó a la
retaguardia, a permanecer en Draenor, esperando, sin luchar. Eso debió ser un
palo muy grande para él.
-Sin duda, alguien acostumbrado a luchar sin parar no debió llevar muy
bien aquel parón. ¿Cuándo volvisteis a saber de él?
Realmente, yo, no supe nada de
él, hasta que Go’el, llamado Thrall por aquel entonces, llegó a nuestro
campamento y nos dijo que lo había encontrado. Después, con el tiempo fui
escuchando mas historias.
-Cuéntame lo que sepas.
Muchos supervivientes de la
segunda guerra huyeron por el portal de nuevo a Draenor. Legaron allí
derrotados, y sin un hogar, porque el mundo se estaba muriendo. Algunos no
estaban tan derrotados como otros. Teron Sanguino, un caballero de la muerte, de
los primeros que fueron creados por Gul’dan, uno de sus brujos del consejo de las
sombras, junto de nuevo a la Horda bajo el liderazgo de Ner’zhul, que
reapareció cuando su gente más lo necesitaba.
Ner’zhul dio una misión a los
Grito de guerra. Abrió de nuevo la brecha que separaba los dos mundos, y pidió
al clan grito de guerra que montara un nuevo campamento al otro lado, y que lo
defendiera. Grommash atravesó el portal, y lo primero que hizo, protegido por una
nube de oscuridad creada por Teron, fue
asegurar un nuevo portal, y…masacrar a un escuadrón de caballería de la
alianza. Solo uno sobrevivió, Danath Aterratrolls, un renombrado comandante de
la alianza, y por lo que sé, uno de los héroes llamados Los Hijos de Lothar.
-Sí, recuerdo esos hechos. Su intención era recuperar, o mejor dicho,
robar unas reliquias, y volver a Draenor, ¿Cómo, entonces, se quedó Grommash en
Azeroth?
Pues supongo que fue por todo
el revuelo que los chicos de Grommash, y el grupo especial de caballeros de la
muerte y brujos, formaron al intentar robar esas reliquias.
No solo robaron una copia del
libro de Medivh, en Ventormenta, si no que se infiltraron en Dalaran a robar
una reliquia allí, matando algunos magos del Kirin Tor. E incluso fueron a la
Isla de Suramar, para recuperar el cetro de Sargeras. Una gran historia…
-Sí, una gran historia, pero nos estamos desviando, ¿que hizo Grommash
entonces?
Pues como ya he dicho, armaron
tanto revuelo, que lo de pasar desapercibido fue bastante difícil. La alianza
entera se armó de nuevo en busca del ejercito orco, dispuestos a exterminarlos.
Me imagino que durante las escaramuzas y batallas, los Grito de Guerra
quedarían separados del grupo y tuvieron que huir, para no ser apresados o
muertos.
Marcharon hacia el norte, y
allí se refugiaron en las montañas del norte de Laderas de Trabalomas, cerca de
las montañas de Alterac, donde nos encontrábamos nosotros, y también una zona
plagada de Campos de internamiento.
-¿Que hizo entonces Grommash, mientras estaba alojado en su idílico
nuevo hogar?
Aguantar allí durante 15 años.
15 largos años escondidos en las cavernas de las montañas, intentando subsistir
sin que la alianza los encontrara, sin que nadie los encontrara. Cada vez eran
menos los orcos libres, cada vez mas formaban parte de los campos de
internamiento, y Grommash ansiaba encontrar ese momento en el que hacer pagar a
la alianza aquel hostigamiento al que les sometían, privándoles de libertad.
Y llegó el día en que Go’el,
antes llamado Thrall, nos contó que había conocido la legendario Grom Grito
Infernal. Y que este le había enseñado muchas cosas sobre su pueblo, que él
desconocía al haberse criado con humanos. Le enseñó a hablar orco, sobre
nuestras tradiciones, sobre el honor de la Horda, sobre como caímos en
desgracia, sobre como vivíamos escondidos, y como cada día eran más los que
caían en ese letargo.
También nos contó cómo le
conoció.
Llegó un día un joven orco a
las cavernas, que había encontrado gracias a indicaciones de los orcos de los campos
de internamiento. Preguntó por Grom Grito Infernal. Y para demostrar que no era
un espía, le pidieron que matara a dos niños humanos, Go’el se negó, alegando
que eran 2 pobres niños, y que no había honor en matarlos. Entonces los orcos
del clan le respondieron que si no los mataba, crecerían, se harían fuertes,
cogerían armas y les matarían a ellos, sin embargo Thrall siguió negándose. Eso
le gustó a Grom, y salió de entre las sombras, lanzando su gran Grito de
Guerra, para demostrar que era el autentico. Le dijo a todo su pueblo, a los
que estaban allí, que se enorgullecía de aquel joven orco, y de su sentido del
honor. Que el camino de sangre, ansia y depravación que habían llevado hasta
ese momento les había llevado a malvivir confinados en unas cavernas.
Así fue como Thrall se crio
con los Grito de Guerra, y con su líder, Grom. No pasaron muchos meses hasta
que thrall tuvo que marcharse, para buscar su verdadero clan, nosotros, y Grom
le dejó marchar, con la esperanza de que volviera.
-Y así fue, ¿cierto?
Y tanto que lo hizo. Con
nosotros aprendió a ser un chaman, no el más poderoso, pero si lo suficiente
para encender esa chipa de esperanza en el corazón de los internados, que les
hiciera levantarse y luchar, y Grom estuvo encantado de ayudarle.
-¿En qué consistían sus tácticas?
Thrall se dejaba capturar, de
incognito, se infiltraba en el campamento, y cuando Grom atacaba desde las
colinas, Thrall ya se había encargado de inspirar a los internados para que se
alzaran desde dentro.
La cosa funciono, hasta que
Lodonegro se dió cuenta de la estrategia, y les preparó una trampa. Los
soldados del campo estaban preparados para el ataque, y les estaban esperando.
En ese combate Orgrimm murió. Y Thrall se quedo con Grom como uno de sus pocos
consejeros, eso les unió más. La confianza entre ellos dos fue creciendo, hasta
el punto de que Thrall era considerado el Hermano de Grom.
-Pero finalmente la guerra de los campos acabó, Thrall acabó con
Lodonegro, y arrasó Durnholde. ¿Que hicieron los clanes después?
Las cosas nunca estuvieron
tranquilas. Para que engañarnos, pero manteníamos un cierto estatus de paz, ya
que la política de Thrall, nuevo feje de guerra, era la de no penetrar en los
territorios aliados.
-¿Nos estamos aproximando ya a las fechas de la tercera guerra cierto?
Si. No paso mucho tiempo hasta
que Thrall tuvo las visiones en que un profeta le pidió que marchara hacia
Kalimdor, un continente al Oeste del Gran mar.
Thrall convocó a todos los
clanes, a los que quisieron acudir. Grom tuvo problemas para acudir. La alianza
los había interceptado, y tuvieron que ser rescatados. Por suerte, a la vez que
los liberaba, encontraron barcos para poder navegar hacia el Oeste.
-Según he escuchado atravesar el gran mar nunca es un viaje tranquilo.
El viaje hacia el oeste fue accidentado,
incluso algunos barcos hicieron escala en una isla perdida en mitad del Mare
Nostrum, y ahí fue donde thrall conoció a los Lanzanegra, que estaban siendo
atacados en ese entonces por una bruja marina Naga. Los barcos de Grom también
se separaron durante una tormenta, y navegaron a al deriva durante muchos días.
Al final todos se reencontraron en las costas recién descubiertas de Kalimdor.
los clanes descubrieron que no
habían acabado los peligros. Jabaespines y centauros les acechaban en aquellas
tierras nuevas y desconocidas. Thrall trabó amistad con un jefe Tauren, Cairne Pezuña de sangre.
Con su ayuda se dirigieron hacia un pico montañoso en el que había un oráculo
que podía ayudar a Thrall en su misión de salvar a su pueblo.
Pero las cosas no se iban a
poner fáciles porque si. La alianza también estaba allí, y después de varios
enfrentamientos, Thrall tuvo que ordenar a Grom que marchara con su clan hacia
el norte, a montar un campamento avanzado, mientras el intentaba encontrar el
Oraculo.
-Thrall no pensó que eso podría reportar más mal que bien, si no, creo
que no lo hubiese hecho, ¿me equivoco?
Nunca nadie es capaz de saber
lo que nos deparan nuestras decisiones. Go’el sabe eso a cada paso que dá.
Aunque no sabía lo que Grom haría al llegar a los bosques del norte, lo más
seguro es que creyera que lo más sensato era alejarlo de la alianza, para
evitar conflictos innecesarios. Go’el quería llegar hasta el oráculo y
salvarnos, no masacrar a nadie.
-¿Y que hizo Grom al llegar a Vallefresno?
Pues fue fiel al dictamen del
jefe de Guerra, y marchó hacia Vallefresno para montar allí un campamento
avanzado. Pero al empezar a talar árboles, para despejar el claro, y montar el
campamento, se enemistó, sin desearlo, con algunos habitantes autóctonos de la
zona.
-Y esos fueron los elfos de la noche…
---y el Semi-dios Cenarius.
Grom no pudo hacer frente a
las oleadas de criaturas del bosque que Cenarius lanzaba contra él y su exiguo
campamento. Así que sin saberlo, cayó en una nueva trampa de la legión.
-Sí, ¿Por qué la legión volvió a contar con lso orcos para atacar
Azeroth?, si ya los habían dado por perdidos cuando fueron vencidos en la
segunda guerra, ¿por qué usarlos de nuevo?
No sé cómo debe pensar un
señor del foso, y menos un Naztherim, y eso que hubo uno en entrañas durante
algunos años, pero supongo que nunca desaprovechan oportunidades. Al menos eso
creo yo. Debieron ver que Grom, el primero en beber de la sangre de Mannoroth
35 años antes, estaba en apuros contra sus antiguos enemigos, los elfos de la
noche, contra los que lucharon hace diez mil años, y no perdieron la
oportunidad.
Mannoroth volvió a ofrecer su
sangre a los orcos, que a través de los bosques sintieron el antiguo poder que
una vez embriagara de sed de sangre, y fueron a por él. Con ese terrible poder
de nuevo en sus venas las tornas en los bosques se invirtieron. Las criaturas
de Cenarius empezaron a perder terreno, hasta que al final el mismo Semi-dios
cayó ante la ferocidad de los orcos.
-Debió ser triste para Thrall, enterarse que Grom, su amigo más fiel,
casi su hermano, había caído de nuevo en las garras de la magia demoniaca, aun
después de haberse conocido alegando que el camino que tomaron fue lo que los
convirtió en débiles.
Fue muy duro para él llegar a
Vallefresno, ya con los misterios del oráculo resueltos, y darse cuenta, no
solo de eso, de que Grom había sido débil, y había sucumbido a la sed de
sangre, si no que además, que ahora servía a los demonios. Se había unido a la
legión ardiente.
-¿Como consiguieron que Grom volviera en sí?
Pues fue Lady Jaina Valiente,
la líder de las fuerzas expedicionarias de la alianza, la que ayudó a recuperar
a Grom.
Thrall y ella coincidieron en
el Oráculo, que no era ni más ni menos que el profeta, el mismo que les había
hecho ir hasta allí, a ambos. Al seguir juntos el camino hacia el norte, con la
misión de defender Monte Hyjal de los demosnios, se eontraron con el asunto de
grom y la sangre demoníaca, así que tuvieron que hacer algo para solucionar la
situación desesperada en la que se encontraban. Ideó un método por el cual,
usando una piedra de alma, podrían sacar la corrupción del cuerpo de Grommash,
y así liberarle de la voluntad de los demonios.
Por suerte. Thrall, acompañado
por la alianza, y por los Trolls y Taurens que se le habían unido por el
camino, pudo hacer frente a las hordas de demonios de la legión ardiente.
Finalmente, el combate entre Thrall y Grom, lo ganó el chaman, y usando una
piedra del alma que le había entregado jaina, consiguieron exorcizar la
posesión del cuerpo de Grom, y de sus clan.
-Y llegamos…
…A la muerte de Grommash Grito
Infernal.
Thrall y Grom, ahora
concienciados de que su pueblo nunca seria libre mientras Mannoroth siguiera
con vida, decidieron que debían dar muerte al señor del foso, para terminar de
una vez con la maldición de la sangre.
Así que los dos fueron solos,
a la guarida de la bestia. Encontraron un profundo cañón, excavado en la ladera
sur de Vallefresno, que servía de escondrijo al señor del foso. No era un cañón
natural, había sido excavado por demonios infernales.
Yo me supongo que una lucha
contra un señor del foso siempre es desigual, da lo mismo con cuantos vayas a
luchar contra él, siempre será más poderoso que tu. Así que luchar dos
guerreros solos contra esa mala bestia, muchos lo considerarían un suicidio.
Sin embargo, Grom no era un
orco normal. Los Grito de Guerra nunca se cansan, nunca se rinden, nunca dejan
de luchar. Grom, en una última arremetida desesperada, consiguió clavar
Aullavisceras en el pecho de Mannoroth. Un hachazo así debe doler incluso a un
Señor del foso.
-Por desgracia la muerte de Mannoroth, también lo mató a él.
SI, Mannoroth explotó. Cual
ingenio Goblin, y Grommash no pudo alejarse de la onda expansiva, y las heridas
le sentenciaron a una muerte no muy lenta, pero agónica.
Al menos exhaló su último
aliento escuchando de boca de Thrall que él, con su sacrificio, había liberado
a todos los orcos.
-Muchas gracias, venerable Morengast, por haberme ayudado en esta
investigación, y haberme contado la magnífica vida de Grom. Una ultima pregunta
más. Los restos de Mannoroth fueron recogidos y llevados a Orgrimmar, durnate
mucho tiempo pudieron contemplarse en la ciudad, pues Thrall consideraba
aquellos restos como un triunfo de la Horda, que los guiaba en el buen camino
para recuperar el honor, pero el monumento fue quitado. ¿Donde se encuentra
ahora?
¿En serio no te has fijado
nunca? ¿O es que en verdad nunca has visto a Garrosh desde que es jefe de
Guerra?
Ese mocoso, “Héroe de guerra”,
tergiverso el sentido de aquel monumento, y dijo que aquello no había sido un
trinufo de los orcos, si no un triunfo de su padre, y como heredero suyo se
adjudico los restos de Mannoroth, y los hizo amoldar para que los pudiera levar
como armadura de hombros.
¿En serio nunca le has visto
con sus vistosas Hombreras formadas por la calavera y un colmillo de Mannoroth,
y la otra por el otro colmillo?
-Pues ciertamente nunca me había fijado, supongo que a veces miro
demasiado a las historias del pasado, y no me fijo en el presente. Otra duda
que me alsata de repente. ¿Quién es la madre de Garrosh?
Mmmmm…..Sí, creo que se cómo
se llamaba. Su muerte se remonta a una época en que los Grito de Guerra
estuvieron al borde de la extinción por culpa de los ogros. Se llamaba Golka,
creo recordar, y murió en batalla, como una guerrera.
-Ahora sí, muchas gracias por todo Venerable chaman. Aunque me gustaría
investigar más sobre la juventud de Grommash, daré por finalizada esta
entrevista.
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