Desde que se disipó la niebla
he tenido la suerte de encontrarme con multitud de aventureros y héroes, que
han contado miles de historias, y todas me han parecido espectaculares. Sin
embargo, nunca me había pasado, que las historias llegaran a mí, directamente.
He ojeado un diario que he
encontrado dentro de una mochila, dice pertenecer a una tal Magistri Quelariel,
y parece que hace referencia a un poderoso mago llamado Medivh, el señor de los
secretos. Como me gustaría incluir esta historia en mi biblioteca, voy a
transcribirla, por si encontrase a la propietaria, devolvérsela.
------------------------------------------------------------------------------------------
La Historia de Medivh, el
último guardián, se remonta a 800 años atrás del inicio de la primera guerra
entre humanos y orcos. El consejo de Tirisfal, una orden secreta formada por
los magos más poderosos de Azeroth, otorgaron a Magna Aegwinn, una maga humana de
gran poder el rango de Guardiana. Eso significaba que hasta que muriera o el
consejo lo creyera conveniente, ella sería la encargada de luchar contra los
demonios que acecharan nuestro mundo.
Durante sus años al cargo de
esa tarea lucho contra infinidad de monstruos, hasta que se encontró con uno de
los más poderosos. El mismo Sargeras, señor de la legión ardiente, levanto de
las profundidades del mar un pedazo de las antiguas tierras de los Kaldorei,
Suramar. Allí llamó a Magna Aegwinn, y lucharon. Aunque el poder del avatar de
Sargeras era inmenso, la maga pudo vencerle. Los que ella no sabía es que
aquello formaba parte del plan de Sargeras. Una vez fue derrotado aprovecho que
Aegwinn se encontraba baja de poder para infiltrarse en ella, y mantenerse
escondido en su interior hasta que fuera el momento de actuar.
Pasaron muchos años hasta que
Magna Aegwinn sintió la necesidad de transmitir sus poderes, a alguien más
digno que el sucesor que eligiera el consejo de Tirisfal. Por tanto decidió que
ella tendría a su propio guardián, su propio hijo. Aegwinn llegó una noche a la
ciudad de Ventormenta, y aprovechando que se estaba celebrando algo en la
ciudad, se infiltró, disfrazándose de cortesana. Sedujo a Nielas Aran, el mago
de la corte del Rey. El Vástago que naciera de esa unión se llamó Medivh, que
en Thalassiano significa Señor de los secretos. El pequeño Medivh fue dejado a
cuidado de su padre. Aegwinn ya había olvidado el suceso con Sargeras, y no
sospechaba que, con los poderes de guardián, también le había traspasado el
espíritu maléfico de del titán Sargeras. Sin embargo, este, se mantuvo inactivo
hasta la adolescencia.
La infancia de Medivh fue
feliz. Creció junto al Principe Llane Wrynn y Anduin Lothar. En una ocasión,
yendo de paseo por la vega de tuercespina, sufrieron una emboscada de los
trolls de la selva. No hubo heridos graves, sin embargo, Medivh perdió el
conocimiento después de lanzar varios hechizos. El despertar de los poderes de
Medivh, y del espíritu de Sargeras para apoderarse de su huésped, sucedió en el
decimocuarto cumpleaños de Medivh. Ocurrió que entró en un profundo coma, en el
cual solo tenía pesadillas, de seres horrendos que lo perseguían por profunda
simas. Durante el tiempo que estuvo en coma fue cuidado por su amigo Anduin
Lothar, y por los clérigos de la abadía de Villanorte.
Por fin despertó de su
letargo, veinte años después. Su padre había fallecido durante el tiempo que él
había estado dormido. Su aspecto y su estado mental parecían normales, así que
la corte no tuvo objeción a que siguiera con su vida normal. Pero o podían
saber que el oscuro espíritu de Sargeras estaba usando su insidiosa voluntad
para encaminar las acciones de Medivh.
En la soledad de su torre
Medivh luchaba constantemente contra la voluntad de Sargeras. Cuando el mago
vencía, este mostraba un carácter amable e interesante. Se mostraba afable y
empático con todos sus allegados, sirvientes y conocidos. Cuando Sargeras
vencía, el mago demostraba un carácter osco y apático. No hablaba con nadie, y
se mostraba irascible con los que intentaban hablar con él, llegando a invocar
hechizos para dañarles, si la interrupción era un grave. Su poder crecía día
tras día, alentado por el espíritu de Sargeras, y su ansia de conocimiento no
tenia final. Su búsqueda de poder le llevo a desentrañar todos los secretos de
su mundo, y a buscar más allá en el inmenso Vacio Abisal. Finalmente contacto
con una mente que podía satisfacer sus ansias de poder, encontró a Gul’dan. Le
prometió que, si traía a su Horda a Azeroth, le revelaría la localización de la
tumba de Sargeras. Y así fue, con la ayuda del consejo de la sombras al otro
lado Medivh consiguió abrir el portal oscuro que comunicaba Draenor con
Azeroth.
Entonces fue cuando su madre
apareció para intentar hacer razonar a su hijo. Cuando este no mostró señales
de que la escuchara, intentó vencerle, peor Medivh, ayudado por Sargeras,
venció a Aegwinn, y se la quitó de encima. Esta no murió, pudiendo huir de
Karazhan, pero se dio cuenta de cuan poderoso era. Medivh, que aun manejando
mucho poder, perdió mucho en la lucha contra su madre, se vio obligado a
extraer poder de la tierra, dejándola seca.
Aegwinn no fue la única que
presintió lo que Medivh estaba haciendo. El dragón azul, guardián de la magia,
Arcanagos, sintió el poder del mago, en Karazhan, y fue hasta allí para
detenerle. El Dragón, superado por el poder de Medivh, fue derrotado. La lucha
dejó de nuevo exhausto al mago, y volvió a extraer poder de la tierra para
curarse.
Una vez más, alguien sospecho
que la llegada de los orcos tenía algo que ver con Medivh. En este caso fue el
Kirin tor, o mejor dicho el Ojo violeta, una orden de magos creada expresamente
para vigilar a Medivh, que envió un aprendiz a Karazhan, para poder tenerlo
vigilado. Este fue, Khadgar, que en enano quería decir confianza. El aprendiz
vivió en la torre de Karazhan junto con otros sirvientes de Medivh, y aprendió
algunas cosas de él, mientras que a la vez lo iba vigilando.
Durante esa época la guerra
entre la horda y la alianza se fue intensificando. Medivh había estado
manteniendo algunas reuniones secretas con una asesina y espía de la Horda,
Garona Semi-Orca. Finalmente la confidente fue nombrada emisaria y se instaló a
vivir en la torre de Karazhan. Khadgar se negó rotundamente a aceptar a la orca
en la torre, sin embargo, su maestro le ordenó que la aceptara como huésped y
el mostrara el respeto oportuno. El trato entre los dos huéspedes de karazhan
fue tornándose más amable conforme iba alargándose las estancias. Garona,
incluso, llego a confesar a Khadgar que los orcos habían venido a Azeroth a
través del portal oscuro.
El Respeto que Medivh causaba
en Garona fue aumentando día a día. El archimago, a sabiendas que Garona era
más una espía que una emisaria, le confesó todo lo que ella le iba preguntando.
Ese lazo de confianza hizo que Garona se cuestionara sus propias lealtades.
Muchas veces Garona confesó que ese lazo de confianza la hacía sentir más
humana. Seguramente fue durante ese plazo de tiempo, cuando la relación de
Medivh y Garona les llevo a concebir a Med’An, su hijo en común.
Finalmente el secreto mejor
guardado de Medivh Salió a relucir. Mediante un dispositivo mágico, que podía
mostras hechos del pasado, Khadgar y Garona descubrieron que Medivh era el
causante de la apertura del portal oscuro. Medivh no pudo impedir que ambos
escaparan, después de intentar matarlos. Sabiendo que ellos darían la noticia
al Rey Llane de Ventormenta, solo le quedo esperar la respuesta de su viejo
amigo.
Ocurrió lo que había predicho.
Vio como, montados en grifos, sus verdugos llegaban a su torre. Pudo ver como
descubrían los pasadizos secretos subterráneos de su torre, donde las mazmorras
llamadas “Kharazan invertida” dejaban conocer a la sombra de Medivh, el mismo
Sargeras. Después los soldados subieron hasta sus aposentos, donde pudo ver a
su viejo amigo, Anduin Lothar, quien venía a darle muerte. El combate se
desarrollo tal como Medivh lo había previsto. El mago, después de dejar fuera
de juego a Garona, acabó con un puñal en el corazón, empuñado por su aprendiz.
Y una espada acabó lo que empezó el puñal, cortando al cabeza del archimago. En
ese preciso momento de la muerte del mago, el espíritu de Sargeras fue
expulsado de su cadáver, dejándolo por fin libre de su influencia.
La muerte del amo de la Torre
de Karazhan hizo que los hechizos y la magia de esta calcinaran toda la zona,
convirtiéndola en un erial sin vida, que aun en la actualidad, es llamado Paso
de la Muerte.
------------------------------------------------------------------------------------------
Sin embargo este no fue el
final de Medivh. El espíritu de Medivh Persistió, y ya libre de la influencia
de Sargeras, pudo vislumbrar una premonición del futuro. Con ayuda de su madre
consiguió recuperar un cuerpo físico, gastando así los últimos atisbos de poder
de Aegwinn. Medivh volvió a Karazhan, ya solo una sombra de la antigua torre, y
allí se apareció ante un “Medivh” del pasado. Desde el punto de vista del
Medivh más joven, él era una visión del futuro, en la que se le relataba como
moriría y se liberaría de la corrupción e influencia de Sargeras.
Medivh, con un nuevo cometido,
con el cual redimirse, volo en forma de cuervo hasta la lejana Lordaeron, e
intento advertir a todos los lideres que la legion ardiente iba a volver. Tanto
el Rey Terenas de Lordaeron, como el Archimago Antonidas de Dalaran, se negaron
a escuchar sus historias. Solo la Maga Jaina Valiente, hija del almirante
Daelin Valiente, acepto escuchar y creer en lo que contaba, después de ver
horrorizada como Arthas Menethil estaba dispuesto a asesinar una ciudad entera.
Sin embargo la tarea de
advertir a los líderes orcos fue mucho más fácil. El jefe de Guerra Thrall, que
tuvo una visión en un sueño de la llegada de los demonios, hizo caso de las
advertencias del viejo mago. Llamó a todos los clanes que quisieron
escucharles, robó barcos de la alianza, y partió hacia kalimdor, donde el
profeta le dijo que encontraría la salvación para su pueblo.
Una vez en Kalimdor, Medivh
tuvo ante si la difícil tarea de hacer que los líderes de ambas facciones
aceptaran lo que ocurría. Les confeso quien era, que había hecho, y porque
estaba allí. Estaba intentando redimirse, salvando al mundo de la llegada de la
legión ardiente, que a esas alturas ya había empezado, en los reinos del este.
Jaina y Thrall aceptaron unirse para luchar contra la legion, y con la ayuda de
los elfos de la noche, raza a la que Medivh también convenció de que
colaboraran, idearon un plan para defender el Monte Hyjal, y el árbol de la
vida.
La batalla del monte Hyjal finalizo con la muerte de
Archimonde, el líder de la legión ardiente que comandaba el ataque a Azeroth.
Este fue destruido, y desde entonces nunca mas se ha vuelto a saber del
paradero de Medivh, el ultimo guardián. Solo hay sospechas de que su espíritu
se ha vuelto eterno, y que sobrevuela la torre de Karazhan, antaño su hogar,
con forma de cuervo.
------------------------------------------------------------------------------------------
Aquí finaliza la
historia conocida sobre Medivh, el último guardián, transcrita a mano por el
Eremita Nuonming, cuyo texto original pertenece a la Magistri Quelariel de
Lunargenta. Cabe decir que la búsqueda de historias y leyendas continua, y que
el eremita Nuonming está encantado de invitar a todo aventurero que lo desee a
su morada.
0 comentarios:
Publicar un comentario